martes, 22 de febrero de 2011

¿Ser o no ser? He allí el dilema.


Según la RAE el Alter ego se refiere:
Persona real o ficticia en quien se reconoce, identifica o ve un trasunto de otra.”

¿Recuerdan a Clark y a Superman? Si, ese periodista desgarbado y el héroe de comics. ¿Recuerdan que eran la misma persona? Oh sí, yo si lo recuerdo.  Se escondía detrás de unos lentes para ocultar que era la persona más fuerte y genial, y que además podía imponer el orden con sus músculos de acero.
Vivimos en un mundo manejado por interés. Ya saben, una palabra carismática por aquí, un comentario asertivo por acá y no olviden una sonrisa de relaciones comerciales para darle el toque final a las cosas. Todo para la consecución de cosas. Dinero, conocimiento y poder. Los tres motores del mundo. Pero ahora planteare una reflexión más ¿Alguna vez has deseado ser otra persona? O bueno lo preguntare de otra forma ¿Alguna vez has querido ser verdaderamente tú?
Piensen en aquel talento oculto. En aquello que callaron por miedo a que alguien se riera. Aquello que escondieron porque era algo raro para el mundo.  Es aquí donde entra en juego el título de este espacio. ¿Por qué la necesidad de ocultarnos en Clark? ¿Porque la necesidad de usar dos personalidades? De haber una no concordancia entre lo que hacemos y lo que pensamos.
Es por ello que de un tiempo para acá, he optado por no callarme lo que pienso. He intentado dejar de censurar mis ideas y aventurarme a ventilar mi mundo de rarezas y excentricidades. A dejar de ser Clark y por dentro Superman, y pasar a ser solo uno solo de ellos. No niego que es difícil, y sí que lo es. Pero es mejor que sentir que te ahogas y te vuelves alguien que de verdad no eres. Así que, apreciado lector te invito. Te invito a revelar las cosas como son. Pregunta si tienes dudas, explota tu creatividad, vive, ríe un poco, date un minuto para pensar en ti, cree en tus ideas, di lo que sientes y sobre todo cree en ti.

Después de todo… ¿Quién quiere ser Clark cuando puede ser Superman?



 
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viernes, 18 de febrero de 2011

A quien le interese.


¿Has tenido la sensación de que la vida no es solamente una sucesión de hechos? Si no es así, comenzare por decir que yo sí. Un buen día me plantee la posibilidad de que mi vida no debería de ser una mera línea, ya saben a lo que me refiero. No quiero ir a la escuela, ir  la universidad, casarme, conseguir un trabajo con el que quizás no sea feliz pero la paga es buena, tener unos cuantos niños, criarlos, envejecer y finalmente morir. Pero lamentablemente así opera la mente del ciudadano promedio.
En la escuela nos hablan de alcanzar los sueños. ¿Pero que es realmente alcanzar un sueño? ¿Obtener una profesión? No lo creo realmente. Cuando a mí me hablan de eso, mi sueño no era ser un abogado. Mi sueño era ser alguien que dejara peso en el mundo, algo que pudiese servirle a alguien y que todos lo recordasen por siempre. Que a pesar de que mi cuerpo pereciese por el ocaso de los años, mi mente o quizás lo que alguna vez hice o pensé sirviese para recordarme.
¿Entonces cuál es tu sueño? Me preguntaban algunos que me consideraban una excéntrica. Aquellos que osaron tildarme de loca, de ególatra y Narcisa. Pues bien, mi sueño es eso. Ser el uno en el millón. Al precio que sea, a la forma que fuese y del modo más conveniente. Yo no quiero ser la regla… quiero ser la excepción. Ese es mi sueño. Y si, quizás puede resultar extraño y egoísta. Pero… ¿Luego no es esa la naturaleza del ser humano?
Ya te he dicho mi sueño ahora pregunto, después de leer esto ¿Cuál es el tuyo?